El pájaro bobo cae en picado desde 40 metros de altura golpeando el agua a una velocidad de 100 kilómetros por hora. Parecería una temeridad que sólo un animal tonto y sin cerebro podría ejecutar, pero en realidad su sesera está bien protegida con una región frontal fuerte y unos sacos aéreos para que no sufra daños ante el brutal impacto y la presión bajo el agua. Su diseño hidrodinámico le permite bucear ágilmente hasta los 25 metros de profundidad para capturar a los peces que componen su dieta.
La estrategia de caza de los piqueros de patas azules (su otro nombre más digno) es un espectáculo natural que se puede observar de cerca en uno de los teatros naturales más importantes del mundo, el parque nacional de Galápagos
Como en una peli de Disney
En 2015 tuve la oportunidad de observar a estas maravillosas aves muy de cerca. Aquel día la playa de Cerro Brujo en la isla de San Cristóbal estaba desierta y una pareja de piqueros cazaba cerca de la orilla. Realizaban vuelos muy cortos, no se elevaban más de cinco metros sobre el mar, y al zambullirse en el agua realizaban un buceo poco profundo. En ese momento me metí en el agua y entendí porqué los locales los llaman pájaros bobos. La pareja siguió actuando totalmente ajena a mi presencia. En una ocasión uno de ellos llegó a chocar con mi pierna, ¡era como si no existiera! Entonces volví a la orilla para coger la GoPro y pude filmar este momento.
De camino al hotel, todavía con el shock de haber vivido una experiencia tan increíble, apareció una hembra adulta en el camino. Se hallaba en lo alto de una pequeña duna. Me acerqué para observarla y al igual que los anteriores, no parecía preocupada por mi presencia, me sentí como si fuera el protagonista de una peli de Disney.

A los pocos días viajamos a Isabela y nos dirigimos a ‘Los Túneles’, uno de los famosos lugares de anidamiento de piqueros. Era la época de cortejo y puesta por lo que esperaba encontrar un entorno hostil de aves amenazantes protegiendo su territorio. Nada más lejos de la realidad, una vez más los piqueros demostraban un pasotismo insultante. Hecho que nos permitió observar su vida privada de cerca, un lujo.

Cantos, bailes y reverencias
El cortejo de los piqueros es espectacular. Combina una danza lenta en la que elevan sus vistosas patas azules, con unos cantos singulares mientras despliegan las alas y hacen una reverencia.
Apostando por la protección de Galápagos
Este es sólo un ejemplo de los encuentros que tienen lugar en Galápagos, donde más del 50% de las especies son endémicas, o lo que es lo mismo, existen cerca de 2.000 especies de animales que no viven en ningún otro lugar del planeta. Galápagos es un enclave privilegiado para los amantes de la naturaleza y uno de los entornos salvajes más valiosos de la tierra. Esto no sólo lo pienso yo, también ha sido la conclusión de Leonardo DiCaprio tras su última visita al archipiélago ecuatoriano. DiCaprio ha decidido apostar por la protección y restauración de estas islas donando 35 millones de euros, y cediendo temporalmente sus cuentas de Instagram y Twitter a una investigadora para promover la conservación de este paraíso.
DiCaprio dice que los héroes ambientales existen y están entre nosotros trabajando día a día para salvar estos lugares tan valiosos. “Ahora todos debemos estar a la altura del desafío y unirnos a ellos”, afirma el famoso actor y activista ambiental.
Los esfuerzos de conservación apoyados por DiCaprio y la plataforma Re:wild permitirán que los piqueros sigan viviendo ajenos a las amenazas en uno de los últimos paraísos del planeta.

Si quieres colaborar con el proyecto de restauración y conservación de Galápagos puedes hacerlo a través de la plataforma Re:wild, también puedes difundir su gran labor en redes sociales.

Fuente: Blogs 20 Minutos