Existen muchos héroes en la vida real, más allá de los cómics y las películas. Sin embargo, al que debemos rendir homenaje en esta ocasión, ni siquiera es humano; se trata de una tortuga que ayudó a salvar a su especie de la extinción al fecundar más de 800 crías.
Conocido popularmente como Diego, es una Chelonoidis hoodensis, de más de 100 años de la Isla La Española, ubicada en el archipiélago ecuatoriano de las Galápagos. Su apetito sexual ayudó a que su especie, la cual estaba en la lista de vulnerables, se salvara totalmente.
Diego, la tortuga que tuvo 800 crías

Diego fecundó más de 800 crías para salvar a su especie.
Este grandioso animal fue elegido para un proyecto de conservación de su especie, dando resultados tan buenos, que ni los expertos lo esperaban. Durante 30 años, vivió en el zoológico de San Diego, para regresar a las islas Galápagos en 1976 y, finalmente, residir en la isla La Española.
Sus cuidadores del Parque Nacional de Galápagos, lo describen en el apareamiento, con una personalidad muy fuerte, activo y vocal, llamando la atención de las hembras. Este mismo parque hizo un anuncio en 2016, que convirtió a Diego en viral. Él solo había engendrado, al menos, al 40% de las tortugas jóvenes que había en la isla La Española.
El guardaparque de las islas, Freddy Villalba, habló de Diego valorando su trabajo como semental:
«Los esfuerzos de Diego nos ayudaron a sacar adelante una especie que estaba al borde de la extinción. El legado que Diego nos deja es seguir adelante».
Para que esto fuera posible, Diego y 14 tortugas más de su misma especie, se reprodujeron en cautiverio, durante más de 40 años. Se apareaba en dos corrales, para luego recolectar los huevos y llevarlos a incubadoras. Cuando nacía una tortuga nueva, esta no era devuelta instantáneamente a la isla. Esta rutina duró 7 años en el centro de recuperación y después fueron soltados en La Española.
La conservación de la especie

La historia de Diego es una de las más sorprendentes del reino animal.
Dicha técnica de conservación inició en el 2012, para que en el 2018, los últimos ejemplares jóvenes llegaran a la Tierra.
Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos, declaró lo siguiente:
«Sin duda, el programa de reproducción de tortugas de la Isla Española es una historia exitosa de conservación, ya que pudimos restaurar esta población con sólo 15 individuos. Ahora hemos detectado la reproducción natural en la isla y estamos listos para cerrar el programa».
Además de esta ayuda a la fertilidad, el programa de conservación de esta tortuga, estuvo acompañado de medidas de recuperación de su ecosistema. Esto ayudó a que la tasa de supervivencia de las tortugas más jóvenes, superara el 50%.
No cabe duda que Diego fue clave para la supervivencia de su especie. Ahora, la tortuga se encuentra retirada, disfrutando de su vida en su hogar, después de haber sido todo un héroe.
Fuente: Cerebro Digital