En 2009, Ecuador presentaba al mundo la Iniciativa Yasuní-ITT como una propuesta emblemática, que planteaba mantener 846 millones de barriles de petróleo bajo tierra a cambio del aporte económico de la comunidad internacional.
Se realizó una gira por diversos países, desde noviembre del 2009, para su promoción. El proyecto evitaba la emisión de 407 millones de toneladas de CO2 en la atmósfera y preservaba la riqueza biológica del Parque Nacional Yasuní. El Secretario de Planificación de la época, Fander Falconí, dijo en esos años que era “un baluarte en la transición hacia una estrategia de desarrollo que implica nuevas formas de producción y consumo”.
Para Natalia Green, vicepresidenta del Comité Ecuatoriano para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente (Cedenma), la iniciativa estuvo adelantada a su época y considera que la desconfianza del Presidente Correa, en su momento, a este proyecto y los chantajes a los posibles aportes económicos deslegitimaron la iniciativa e hicieron que falle.
Ecuador sumó una segunda iniciativa en este ámbito con el anuncio del Presidente Lasso de ampliar la reserva marina de las Islas Galápagos en unos 60 000 kilómetros cuadrados a cambio de un canje de deuda. Esto les permitiría crear un fideicomiso para obtener recursos permanentes para financiar la nueva área protegida. Además, para dotar a este territorio con tecnología e infraestructura para control y cuidado.
El Presidente Lasso en la Conferencia sobre el cambio climático en Glasglow declaró que “estiman será el monto más grande de canje de deuda por conservación que se haya realizado hasta el momento en el mundo”.
En los últimos años la presencia de flotas pesqueras chinas ha preocupado por la cercanía de sus embarcaciones a la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Esta amenaza llevó a que agrupaciones ambientalistas como el Colectivo Más Galápagos, junto a 156 organizaciones, pidan la expansión de la reserva marina o la creación de una nueva.
El asambleísta del movimiento CREO, Fredy Rojas, cree que si bien no es nueva la idea, esta iniciativa va a tener el éxito necesario. A diferencia de la propuesta del Yasuní ITT que “fue manejada más desde un punto de vista político que ecológico”, dice.
Rojas contó, este 3 de noviembre desde las islas, que existe una gran satisfacción de la ciudadanía y de los turistas por la propuesta, tanto por la conservación de este patrimonio como también por la preservación de los recursos de la reserva marina.
Aclaró también que “esta es una iniciativa que la va a manejar específicamente el gobierno y no algunas ONG como en un principio se estableció”. Aunque no se ha especificado el monto que se espera recaudar, piensa que será una cantidad que beneficiará al Ecuador, al Archipiélago y al mundo.
Greene, por su lado, considera que si bien la propuesta de la reserva marina tiene más asidero, hubiesen esperado que el Presidente Lasso plantee una solución que esté enmarcada con el cambio climático, sobre el tema del petróleo o los combustibles fósiles. Indica que lo que se plantea con la ampliación de la reserva marina tiene relación con la protección a la biodiversidad, más que con acciones para enfrentar el cambio climático.
Sin embargo, hay sectores que concuerdan con las acciones del Régimen. El consultor petrolero Luis Calero cree que la opción de incrementar la producción no se contrapone con la tesis de contribuir en la reducción de emisiones de efecto invernadero, “en la medida en la que el incremento tenga que ver con la optimización en los actuales campos”.
Fuente: Diario El Comercio
https://www.elcomercio.com/tendencias/ambiente/canjes-deuda-reserva-galapagos-yasuni.html